Conocí Método Integra por Ana María Cifuentes, una de las actuales instructoras de la metodología. En ese momento, las dos compartíamos un grupo de estudio donde nos reuníamos semanalmente a aprender física cuántica y varios temas de desarrollo personal. En uno de esos encuentros, Ana María nos contó un poco sobre la metodología y nos habló sobre lo grandiosa que era. En ese momento ninguno del grupo se interesó por conocer más del tema, incluida yo, pues el tener en mi maleta de herramientas varias certificaciones, cursos y aprendizajes que habían cambiado mi vida con resultados desde el consciente, no comprendía que la transformación que permitía Método Integra se daba de una manera rápida, fácil, sencilla y sin dolor.
En esa ocasión solo le decía a Ana María “no Anita, eso tan fácil no puede ser”.
Días después Anita me contactó nuevamente para ofrecerme de forma gratuita una sesión para transformar un tema que yo quisiera trabajar en específico, y aunque inicialmente dudé para aceptar la propuesta, ella insistió hasta lograrlo. Después de tomar la decisión y aceptar la propuesta, pude experimentar cómo funciona un protocolo de Método Integra y saber los elementos que contiene para llevar a cabo la resolución del objetivo que había elegido personalmente.
Después de varios días empecé a notar cambios positivos relacionados con el objetivo trabajado con Anita y quise llamarla para contarle. Desde ese momento empecé a interesarme en conocer sobre el tema y ella decidió invitarme a participar en el curso básico de Método Integra, el cual estaba programado para esos próximos días. Allí estuve recibiendo la primera certificación donde pude darme cuenta que la metodología realizaba también un protocolo de salud, un detalle que me hizo apasionar mucho más por aprenderla, pues siempre he sentido que dentro de mí hay una médica que ama servir con amor y alegría para generar salud integral en las personas.
Así empecé este viaje con esta herramienta de transformación, la cual integré a mi vida con todos los demás conocimientos que ya tenía en mi caja de herramientas.
Días después realicé un listado de objetivos que estaban basados en situaciones que generaban insatisfacción y desagrado en mi vida. Con ellos, empecé a practicar los protocolos una y otra vez, obteniendo resultados muy positivos que me hacían sentir más segura y confiada en mí misma, con mayores capacidades para hacer las cosas y sintiéndome merecedora de tomar y recibir lo que la vida tenía para mí.
En abril de 2018, Ricardo Eiriz, el fundador de la metodología, visita Medellín-Colombia y estuve una semana intensiva repitiendo el curso de Método Integra Básico y recibiendo por primera vez el programa de Método Integra Avanzado. Ahí, con más información a nivel del subconsciente fui enamorándome más de la herramienta y totalmente convencida de los resultados que seguía experimentando.
En una conversación con Ricardo Eiriz le preguntaba:
Ricardo, ya conociendo esta nueva herramienta, ¿qué voy a hacer con lo que le ofrezco a mis consultantes en estos momentos? Tengo todo un portafolio con varios temas, ¿y ahora qué hago?
Y recuerdo muy bien sus palabras:
“Ve contándoles de esta nueva metodología y que sean ellos los que decidan hacerlo y tú vas viendo cómo te sientes realizándola”
En todo ese tiempo seguí comprometida con el aprendizaje y decidí tomar los cursos “Taller de Felicidad”, “Recupera tu Poder Personal” y “Apunta alto”, que son cursos que también componen la metodología de Método Integra.
¿Por qué elegí quedarme con Método Integra? Porque es una herramienta de transformación fácil, rápida, sencilla y sin dolor, tal como lo contaba Anita esa primera vez en el grupo de estudio.
Método Integra ha permitido reconocer el milagro que soy, elevar el nivel de consciencia, darme cuenta de cómo funciono para volverme la mejor amiga del subconsciente pudiendo acceder a la información que me guió a la liberación de fobias y miedos que impedían que disfrutara de la vida.
Además, me permitió cambiar la interpretación que tenía de los demás y de mi entorno para relacionarme con mayor sabiduría. Al amarme y sentirme con firmeza interior, certeza y seguridad me enfoqué en mi propósito y misión de vida que se reflejó en la creación de mi propia realidad.
Otro aspecto que causó impacto fue la forma en como en pocos minutos se graban las creencias y como somos nosotros mismos los que elegimos qué grabar, sin necesidad de bajar la frecuencia cerebral o recordar experiencias o emociones dolorosas vividas anteriormente, sin la necesidad de un agente externo como un coach, un terapeuta o alguien que tenga que acompañarme durante el proceso. A diferencia de otras metodologías, no es necesario tener un audio con una meditación o tener la presencia de alguien quien la dirija para poder entrar en ese estado de relajación.
Después de ver los resultados en mí, decidí ser coherente y ofrecer Método Integra a mis consultantes, la herramienta que estaba utilizando para una transformación personal y que a medida que pasaba el tiempo también lograba una transformación positiva en las personas que la conocían.
En noviembre de 2018, Ricardo vuelve a Colombia y esta vez llega a la ciudad de Bogotá donde tengo la oportunidad de viajar en compañía de mi esposo, una gran compañía para lo que se venía para mí durante ese viaje. Allí, tomé otro de los cursos avanzados que la metodología ofrece y recibí la certificación en Método Integra Superior. Como resultado obtengo una información más amplia de lo que ocurre en nuestro mundo energético y reconozco un protocolo completo a nivel del subconsciente, personal, familiar y del espíritu.
Después de un tiempo, ingreso a la organización como instructora, algo que me ha permitido seguir creciendo, expandiendo la información y compartiendo los cursos con personas que están listas para certificarse y transformarse al recibir esta información.
En julio de 2019 tomo nuevamente el curso de Facilitador 1 en la ciudad de Medellín, donde gracias a las actualizaciones e investigaciones constantes de la herramienta, tengo la oportunidad de enriquecerme y conocer experiencias nuevas durante el programa. En ese mismo mes viajo sola por primera vez y lejos de mi hogar a Cali - Colombia, con la intención de realizar durante toda una semana el curso de Facilitador 2 por segunda ocasión en compañía de Ricardo Eiriz y toda la familia Método Integra.
Como punto importante de este proceso resalto de la organización Método Integra su acompañamiento e interés por mantener a las personas presentes en ella en un continuo aprendizaje a través de las actualizaciones y experiencias que aportan a nuestra propia transformación interior logrando ser coherentes e inspirar a través de nuestra vida, la vida de los demás.
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